Esta colaboración entre los tres autores consiste en un conjunto de “destellos” (yuxtaposiciones críticas) sobre las “transmociones sui generis”que Gerald Vizenor definió como el derecho inherente al movimiento. Analizando los mecanismos y lógicas de la destrucción corpo-ontológica en Mesoamérica, se nombran las relaciones sociológicas distintas entre los tres autores y como estas dan forma a la colaboración. Guarcax González narra detalles de su práctica en sonido/movimiento con Grupo Sotzil, mientras que Brito Bernal interroga el récord arqueológico en cuanto la danza en Centroamérica para reflexionar sobre sus propósitos. Firmino-Castillo concluye presentando proyectos de movimiento desde la diáspora que son animados por sus relacionalidades ontológicas persistentes. A la vez, estos son acercamientos que tratan el pasado y el presente de forma crítica para especular caminos hacia el futuro. Firmino-Castillo concluye argumentando que estos acercamientos son historiográficos, pero también historiológicos por sus posibles aplicaciones anticoloniales.