del engaño para analizar el programa estadunidense de visas H-2 para trabajadores migrantes temporales. Creado en 1943 para importar trabajadores caribeños, el programa H-2 está en la actualidad controlado por reclutadores quienes enganchan principalmente a migrantes mexicanos. Los conceptos de infraestructura e industria de la migración nos permiten concentrar el análisis en el conjunto de instituciones, actores y reglas encargadas de producir y organizar la movilidad migratoria y que simultáneamente ejercen funciones de intermediación, facilitación y control de la migración y los migrantes. Argumentamos que el programa H-2 es una infraestructura burocratizada, es decir, gubernamental, en torno a la cual se ha creado una industria de la
migración integrada por agencias de abogados, firmas dedicadas al reclutamiento y contratación, compañías de transporte encargadas de la movilidad de los migrantes, hoteleros y otros prestadores de servicios a los trabajadores. Los actores de esta industria de la migración no sólo
interactúan con los trabajadores reclutados sino con una serie de agentes institucionales, tales como representantes de los gobiernos estatales en México, sindicatos de jornaleros y órganos del gobierno estadunidense. Un apéndice de esta industria de la migración es la economía del engaño
que defrauda y victimiza a cientos de trabajadores que pagan por tramitar una visa y obtener un trabajo sin recibir nada a cambio. El observatorio para este trabajo es la ciudad de Monterrey, Nuevo León, lugar donde el consulado norteamericano tramita y expide el mayor número de visas
H-2 en el mundo. Monterrey alberga una desarrollada industria de la migración que facilita la movilidad de trabajadores temporales de México a Estados Unidos. El trabajo ofrece propuestas de política pública para regular la contratación de los trabajadores y combatir el fraude y los
abusos que tienen lugar en México.