La codificación de la memoria opera como mirada retrospectiva al legado del terrorismo de Estado en Argentina. Al revelar los horrores del terrorismo a través de la memoria de un cuerpo atormentado, Nora Strejilevich muestra el poder de la literatura testimonial en su novela Una sola muerte numerosa. La autora encarna esa memoria codificada a través de las estrategias narrativas de la fragmentación, repetición y flashbacks que ilustran el principal compromiso de no olvidar frente al terror, silencio, intolerancia y tragedia de la condición humana. El estilo literario crea una tensión entre el lector complicito que busca la historia prescriptiva, y la literatura testimonial que sirve para relatar la experiencia de urgencia colectiva. Strejilevich se enfoca en la intimidad personal en la literatura testimonial que hace posible una voz única y representativa de los millones de voces, víctimas inocentes, subversivos e intelectuales que sufrieron la brutalidad del Estado documentado entre 1974-1983. Con una intención clara de evadir los patrones narrativos tradicionales, Strejilevich hace un mosaico cubista que entrelaza los fragmentos de voces incontables e indistinguibles de un sufrimiento colectivo de lo disfrazado, escondido y olvidado, donde los espacios y silencios vacíos unen los pedazos rotos de la memoria. Strejilevich resiste expresar el trauma por hechos, el cual se lleva a un entendimiento más allá de los escenarios de tortura organizada y violación de derechos humanos. La obra enlaza los efectos de los cinco sentidos que el terrorismo de Estado tuvo para la sociedad argentina, y cómo incide en su memoria colectiva.