Este artículo se propone examinar cómo en Changó, el gran putas el océano en cuanto lugar de acción del capítulo “La alargada huella” caracteriza la actitud y los actos de los personajes y cómo Zapata Olivella presenta el agua como espacio que anula las oposiciones dicotómicas y binarias occidentales. Se mostrará que en dicha obra el océano da lugar al “pensamiento fronterizo” y que encarna, además, lo que Ineke Phaf-Rheinberger ha denominado water spirituality. De este modo, el capítulo 'marítimo' de dicha obra presenta una subjetividad alternativa a la epistemología occidental, pues deconstruye la última y le opone la yoruba, no menos convincente. Por último, tal representación literaria de una epistemología alternativa se interpretará como performance de los conceptos del pensamiento fronterizo según Walter D. Mignolo y la transmodernidad de Enrique Dussel.