El gobierno ecuatoriano está en el proceso de redefinir su arquitectura financiera doméstica, a través de la creación de política pública y la ejecución de proyectos específicos por parte de las instituciones del estado en conjunto con los actores locales. Uno de los proyectos que se destaca por su innovación es la creación de un sistema de pagos móviles, manejado por el Banco Central del Ecuador, que pretende constituirse como una herramienta efectiva de inclusión financiera. La propuesta de la creación de políticas públicas para administrar la creación de dinero móvil por parte del estado, se convierte en una innovación a nivel mundial. El objetivo principal es incrementar la diversidad de los medios de pagos, y mejorar la inclusión de los sectores marginales del país a los servicios financieros. La elevada penetración de la telefonía celular en el Ecuador (16,9 millones de celulares para 15,4 millones de personas), potencializa la aplicación de un proyecto a escala nacional, administrado por la Banca Central. Esta entidad cuenta con la capacidad tecnológica, la voluntad política y la potestad legal para ejecutar el proyecto de creación de una plataforma de pagos electrónicos, sin embargo, las limitaciones más importantes en este tipo de proyectos son de tipo sociales. La perspectiva de los actores operativos y usuarios, constituye un factor clave de éxito, por la practicidad, alcance, y utilidad que para ellos represente el sistema de pagos móviles.