El presente artículo analiza la forma en la que el compositor colombiano Silvio Martínez utiliza el formato de Cuarteto de guitarras en sus cuatro piezas para este formato: Para Jova; Para Horacio, Serenata Campesina y Luz Mary, sentando un precedente en la música andina colombiana vista desde un formato con una tradición relativamente joven y explorando a profundidad las posibilidades instrumentales del conjunto. Busca establecer los roles que el compositor asigna a cada una de las guitarras a lo largo de las 4 piezas, concentrándose en la utilización del ritmo como un elemento que diferencia, une, refuerza o responde a cada una de las ideas musicales que se expresan dentro de un contexto sonoro que mantiene una sonoridad armónica y melódica dentro de la tradición de la música de la zona andina colombiana.